Bienvenidos a esta ventana al mundo.No pretendo hacer una guía detallada de cada viaje puesto que en internet hay mucha más información que la que yo os puedo dar, lo que pretende este blog es fundir dos de mis grandes pasiones: viajar y la fotografia y enseñar así las vivencias personales, las curiosidades y la manera de disfrutar un viaje de una manera muy particular: la mía.
Trataré de dar información útil, tanto en mis textos como con enlaces a distintas webs. Los artículos variarán en su composición dependiendo del tipo de viaje, pudiendo tener más contenido en texto o casi exclusivamente fotografias.
Por si interesa a alguien, el equipo fotográfico que uso consta de una compacta Canon PowerShot S50, una Canon EOS 400D y una EOS 7D con distintos objetivos: 18-50 de Canon, un 18-200 de Sigma y un macro de focal 50mm también Canon. También un flash speedlite 480 EXII y diversos cachivaches más que cada vez hacen más difícil cuadrar el peso de la maleta en los aeropuertos...

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Espero que lo disfrutéis.

lunes, 27 de diciembre de 2004

Praga: Mala Strana

La mejor manera de acceder al barrio de Mala Strana desde la Ciudad Vieja es cruzando el Moldava por el puente de Carlos IV.

A ese lado del puente nos encontramos la monumental escultura del emperador Carlos IV y las fachadas de tres edificios que delimitan la llamada Plaza de los Cruzados de la Estrella Roja: la iglesia de San Francisco, la iglesia de San Salvador, y el Klementinum.



El puente es sin duda uno de los emblemas de la ciudad y empieza en la torre del puente (foto superior izquierda), desde el balcón de esta torre se puede apreciar como el constructor Peter Parler trazó sus curvas para obstaculizar a los invasores.

A lo largo del puente de Carlos IV hay una buena panorámica de la ciudad y pueden verse el conjunto de 30 estatuas que se añadieron a partir de 1683 y es fácil encontrarse con diversos artistas amenizando el paseo... y con algún que otro ratero en busca de despistados a los que robarles las carteras, ya que la afluencia de turistas es masiva.














Ya desde el puente puede observarse al fondo los barrocos picos del campanario de la Iglesia de San Nicolás, ubicada en la plaza pricnipal de este barrio.


Hoy apenas quedan edificios románicos y góticos en Malá Strana debido a las numerosas inundaciones, incendios y guerras que han obligado a reconstruir la orilla izquierda en multitud de ocasiones. Durante el reinado de los Habsburgo retomó su esplendor gracias a la construcción de palacios barrocos que más tarde quedaron en ruinas al ser abandonados.
Es una zona por la que pasear con calma y disfrutar de sus cafés y parques.



Desde la plaza principal de Malá Strana podremos coger el trambia con dirección al Castillo, la última zona que nos falta por conocer de la ciudad.

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