Bienvenidos a esta ventana al mundo.No pretendo hacer una guía detallada de cada viaje puesto que en internet hay mucha más información que la que yo os puedo dar, lo que pretende este blog es fundir dos de mis grandes pasiones: viajar y la fotografia y enseñar así las vivencias personales, las curiosidades y la manera de disfrutar un viaje de una manera muy particular: la mía.
Trataré de dar información útil, tanto en mis textos como con enlaces a distintas webs. Los artículos variarán en su composición dependiendo del tipo de viaje, pudiendo tener más contenido en texto o casi exclusivamente fotografias.
Por si interesa a alguien, el equipo fotográfico que uso consta de una compacta Canon PowerShot S50, una Canon EOS 400D y una EOS 7D con distintos objetivos: 18-50 de Canon, un 18-200 de Sigma y un macro de focal 50mm también Canon. También un flash speedlite 480 EXII y diversos cachivaches más que cada vez hacen más difícil cuadrar el peso de la maleta en los aeropuertos...

Como vereis, este espacio web no tiene publicidad, así que los comentarios son bienvenidos y siempre se agradecen.
Para seguir con las entradas de un mismo viaje que no estén en la pantalla principal pulsar "entradas antiguas" en la parte inferior.
Espero que lo disfrutéis.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

El Gran Sur: de Marrakech a Agdz

Salimos de Marrakech tras arreglar los papeles del coche de alquiler en dirección al sur. Por delante teníamos aproximádamente 300 Kms hasta nuestra próxima parada en Agdz y la cordillera del Gran Atlas por cruzar.

La carretera se vuelve más tranquila al salir de la ciudad y tras cruzar varios pueblos ( Chouiter, Ait Ourir, Taferiate, Touama, Ait-Barka y Had) empieza a serpentear en su ascensión al puerto.













Los paisajes a lo largo de la cordillera cambian rápidamente, viéndose zonas de frutales y bosques, pero sin duda predominan las zonas áridas con sus distintos tonos de marrones, negros, amarillos y rojos.



Será casi imposible parar a disfrutar de las vistas sin que nos salga al paso alguien con algo que vender. En esta zona abundan los fósiles y las geodas. Hay que tener en cuenta que la mayoría de estos fósiles son falsos y que los bonitos colores de las piedras son pintados en la mayoría de los casos, pero la verdad es que dan el pego y son una chulada.

El regateo aquí también se aplica y podremos llevarnos cuatro piedras por lo que pedían por una. También valen las gafas de sol, móviles, tabaco, relojes y hasta tu pareja para regatear ¡¡son implacables!!
El recorrido por el Atlas se hace un poco largo más por lo sinuoso de la carretera que por la distancia a recorrer.

Hicimos un alto en el camino para comer comprobando una vez más que aunque fuera Ramadan no había ningún problema.


Una vez pasada la cordillera del Atlas hay que seguir durante unos kilómetros en dirección a Ouarzazate donde a las afueras puede verse la kasbah de la foto de abajo. Antes de llegar a esta población cogeremos el desvío a la derecha, justo en frente de unos estudios de cine, que nos llevará a Agdz.

Hay varios estudios de cine en los alrededores ya que se han rodado muchas películas en esta zona (Laurence de Arabia, Gladiator, Babel, etc) pero sin duda el lugar más espectacular para ver es Ait Benhedú, por su bien conservada kasbah, protegida por la Unesco como patrimonio de la humanidad. Recibe del gobierno cuantiosas ayudas económicas para su conservación ya que las productoras de cine extranjeras se dejan mucho dinero al ir allí a rodar.













En el momento de visitarla Disney estaba rodando allí y en los alrededores la película "el príncipe de Persia".


A pocos kilómetros del desvío dirección Agdz sale una pista que nos lleva al Oasis de Finnt.


En medio de la montaña y la piedra negra aparece, saliendo de la nada, un vergel con abundante vegetación, para entrar hay que bajar una pendiente bastante pronunciada y cruzar un riachuelo. Es fácil ver en cada remanso de los ríos a niños dentro del agua jugando.



Aquí tampoco nos libramos de que trataran de sacarnos los cuartos: a la entrada del oasis había un chico que chapurreaba bastante bien español y que se presentó como "el hijo del jefe del pueblo" y que tenia que venir con nosotros en el coche para enseñarnos el pueblo (por un módico precio que sin duda nos pediría más tarde, claro).
Le despaché con un "tu serás el hijo del jefe pero el coche es mío y aquí no montas" y con una sonrisa llena de unos dientes blanquísimos se despidió de nosotros cuando arrancamos el coche.
Volvimos por el camino hacia la carretera principal y emprendimos la ruta a Agdz.
Antes de llegar hay que subir otro puerto por unas montañas que no se muy bien si siguen perteneciendo al Atlas, el caso es que el paisaje era mucho más árido aquí.


Bajando este segundo puerto tuve la oportunidad de sacar la típica foto del National Geographic: por el cortante de la montaña, perfilándose entre los marrones y negros del color de las piedras, bajaban dos hombres con sus chilabas de un blanco impecable.

Paré el coche en cuanto pude y bajé cámara en mano, pero antes de que pudiera encuadrar la foto, los dos hombres, dándose cuenta de que los querían fotografiar, se tumbaron al suelo como si de un fusil se tratara lo que llevaba en las manos...
En la foto de arriba puede verse que por la distancia a la que se encontraban no se les apreciaba la cara, pero eso les importó poco. Una lástima porque la foto podía haber quedado bonita y lo máximo que conseguí fue lo que se ve arriba.
Sigo manteniendo la duda de a donde se dirigían y de donde venían, ya que como se ve en la siguiente foto, la orografía del terreno no da para agradables paseos en la montaña.



A lo lejos ya se podía apreciar Agdz y su impresionante palmeral y había muchas ganas de llegar, el día había sido largo.

Este pueblo es como cualquiera de los que hayamos podido atravesar anteriormente: casas destartaladas en la carretera principal y caminos sin asfaltar a ambos lados.
Uno de estos caminos es el que cogimos en dirección al alojamiento donde pasaríamos la noche, junto a una gran kasbah que hay pueblo adentro y que por desgracia está en muy mal estado.
Traté de mantener el optimismo cuando la moral de mi mujer iba cayendo empicada al ver donde nos estábamos metiendo... Casas cada vez en peor estado de conservación, cuanto más nos acercábamos al interior del pueblo, más sucias y dejadas estaban las calles y más recelosa parecía la gente.


Nos adentramos entre paredes de adobe hasta que al final dimos con "dar-Qamar", alojamiento mezcla entre hotel, riad y kasbah.
Cuanto me acordé de las palabras de Dani y Ché!! (saludos a ese par de guapos), tal y como nos habían contado, al cruzar las puertas del hotel nos adentramos en un oasis en el que se hacia imposible pensar en lo que había fuera.


El riad es un bonito recinto con piscina y habitaciones confortables y desde donde se puede disfrutar de un anochecer precioso ya que los rayos colorean las paredes ya de por si rojizas de la kasbah junto donde nos encontrábamos, mezclandose con el verde del palmeral.



El trato fue bueno y el dueño es otro francés afincado en este país que chapurreaba español y estaba muy orgulloso de haber alojado a Brad Pit entre sus paredes durante el rodaje de Babel.
La anécdota la puso la chica que por la mañana se encargaba del desayuno, ya que al no hablar nada de español ni inglés nos costó conseguir que nos pusiera un café con leche de máquina normal.
Otras fotos de la kasbah:


En Agdz pasamos dos noches, una al bajar hacia el Sahara y otra al subir de regreso.
A la vuelta decidimos jugárnosla en vez de ir a dormir al mismo sitio y encontramos la "kasbah azul" que en dialecto bereber significa la kasbah de la paz.
Si el otro alojamiento (Dar Qamar) era bueno y su trato también, en este era aún mejor. Las instalaciones están recién restauradas y con mucho gusto, las habitaciones son comodísimas y Silvia es una anfitriona estupenda que se desvive por hacer la estancia más amena.



No hay comentarios: