Este día teníamos por delante la jornada más larga a realizar, no recuerdo cuantos kilómetros hicimos.
Como se ve en el video, sólo tocamos de refilón la zona de los fiordos del este pero lo poco que vimos nos encantó, supongo que serán parecidos a los noruegos.
Hicimos varias paradas para disfrutar de las vistas y de cascadas que íbamos viendo para hacer más ameno el camino.
No teníamos muy claro donde dormiríamos esa noche pero sí que queríamos ver Detifoss, pero al final debido al bajo nivel de gasolina que nos quedaba en el coche decidimos dormir en Grimstadir. Es una granja con un par de edificios para alberguistas y una pista de aterrizaje de avionetas. No hay ninguna población a muchos kilómetros a la redonda y el edificio está rodeado por una larga extensión de estepa.
En todos los lugares habilitados para alberguistas tienen libros en los que se puede “dejar huella” y leyéndolos te das cuenta de la cantidad de españoles que van a Islandia. Nunca lo hubiera pensado… Como ya era habitual también escribimos unas palabras en este libro.
Tengo que contar lo que nos pasó en la granja con el chico que nos dio la habitación:
Para agradecerle que nos prestara su portátil para grabarnos las fotos de la cámara en un CD le dimos un paquete envasado al vacío de jamón que llevábamos de España… les cambió la cara a él y a su mujer, la sonrisa les llegaba de oreja a oreja y es que tienen un nivel de vida altísimo pero no ven el jamón más que en televisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario