15 de julio de 2010: TONOPAH - YOSEMITE

Al día siguiente y con algo más de luz, la sensación del hotel cambió un poco (aunque tampoco demasiado). El hotel es de la cadena Ramada y no está mal del todo. Está limpio y tiene ese encanto del auténtico oeste. El hotel en sí es un pequeño museo de esa época, tanto por los objetos que tiene expuestos, como por el personal que está trabajando y jugando en el casino de la planta baja.












Tonopah, al estar en Nevada, como todos los hoteles de este estado, tiene permiso de juego. Mi pregunta era: ¿de donde salían todos esos maniquís vivientes que estaban conectados a través de un cordón umbilical a su traga perra? Puedo entender lo de Las Vegas, aparte de juego se oferta ocio. Pero la única explicación que puedo darle a la subsistencia de este antiguo pueblo minero y su hotel es su carácter de "casino de paso". Aunque las sensaciones que tuvimos al entrar a esas horas de la madrugada bien valían su peso en plata...
Había estado unos cuantos días sin conexión a Internet, así que me levanté pronto y aproveché para contactar con la familia. ¡Qué gran invento eso del Skype!
Hoy la ruta era más sencilla que el día anterior, estábamos a 380 Kms de Mariposa, el pueblo donde pasaríamos la noche y para llegar había que atravesar el Parque Nacional de Yosemite. La cosa pintaba tranquila y nos permitía parar a lo largo del día donde quisiéramos.
A la entrada en California (último estado que íbamos a pisar), nos hicieron un control por si llevábamos alimentos o semillas. Al poco el paisaje cambiaba, el desierto árido y la carretera con más cambios de rasante por la que jamás haya conducido dieron paso, poco a poco, a paisajes montañosos, lagos y bosques.











































Entramos en Yosemite por la entrada este y según avanzábamos, me iba dando cuenta de la grandeza de este parque.



Mariposa está a una hora aproximadamente de la entrada al parque y llegamos a buena hora para hacer algunas compras. Así que tras hacer el check in en el hotel 5th Street Inn (típico motel de carretera pero que estaba muy bien) nos fuimos a comprar el desayuno de las dos mañanas siguientes.
























Esa noche tocaba cenar mexicano y luego tratamos de tomar café en una cafetería que nos había parecido curiosa,el ponny expresso, pero como en los anteriores intentos de la tarde, estaba cerrada. Así que nos fuimos a la cama.